La presidenta Dilma Rousseff afirmó en Bruselas que la inflación de mayo, que alcanzó el 8,47% tras los últimos doce meses, es "atípica" y "preocupa bastante". Según ella, sin embargo, ese aumento no implica que los brasileños deban reducir su consumo.
"Por el contrario, creo que la población debe continuar consumiendo", expresó, luego de participar de la cúpula entre la Unión Europea y la CELAC (Comunidad de los Estados Latinoamericanos y Caribe).
Aunque el Banco Central brasileño cite a los aumentos de precios administrados por el Gobierno entre los motivos de la preocupación, la mandataria eximió a su gestión de ser la responsable por el incremento de los precios. "La inflación de este año es atípica, es fruto de varias modificaciones. Es un objetivo que debemos conquistar y lo más pronto posible".
Al comentar la crisis de 2008, a Rousseff le recordaron la declaración del expresidente Lula da Silva, quien dijo que se trataba de un "tsunami" en Estados Unidos que llegaría a Brasil como si fuera una pequeña ola.
Aunque en julio de 2014 la entonces candidata a la reelección haya considerado en una entrevista que fue un error llamar a la crisis de de "pequeña ola", este jueves la presidenta volvió a defender la declaración de su antecesor.
"Para nosotros, en aquel momento, sí lo fue, señor. Pero después la pequeña ola se acumula y forma una ola más grande. ¿Usted sabe por qué aumenta? Porque el mar no se serenó, estimado. Si el mar se hubiese serenado, o sea, si la economía estadounidense hubiera tenido una crisis en "V"... Pero no fue lo que ocurrió. ¿Hace cuántos años de eso? Siete años de crisis tenemos en nuestras espaldas. Siete años", finalizó.
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